miércoles, 17 de noviembre de 2010

La cara de Lima.

Quedamos la vez pasada en cómo cambiar la cara. Cómo obtener una permanente.
Dicen que la cara que tenes después de los 30 es la cara que haz fabricado en
esta vida. Bien mirado uno siempre tiene la cara que se merece, pero así en
corto tiempo, te podes dar cuenta a cierta edad. Qué tanto y de qué lado te reíste.
Hay algo que la escuela filosófica más seria... (por allá cerquita a los himalayas) llama Karma-Bandhana y significa atado por las propiar acciones. No hay con quien alegar ni a quien maldecir.
A los treinta tu carita fue la que hiciste. Y así en proporción mayor... tus futuros ojos
los estas haciendo desde ya. Y la idea es que sean más finos que estos... y si uno busca y mira
la cosa hasta el final, digamos hasta el final de los días de algún sujeto, se da cuenta de
que no hay brillo en los ojos de un muerto. Y caramba, no se trataba de que fueran verdes
o azules, en realidad el globito redondo era lo de manos. El brillo ... a dónde se fue?
Si dejamos de evadir tal cuestión... surgirá un deseo natural de saber... que enfocado
de manera correcta será un buen anhelo, mínimamente. En ese anhelo construiremos una cara de brillo permanente, autorefulgente dicen... Y en esa lógica las cosas toman el tamaño
correcto ... y hasta si el astrólogo te dice que tu media naranja llegara a los 35... eso ya no
importa tanto. Tendrás la cara merecida para ese entonces, y todo lo demás también, pero sabes, que no es la estación final. En la foto esta la cara que Lima tiene hoy, Lima pasajera.



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