Tan repetitivo ha sido la presencia de un imperio dominante como
la existencia paralela de algún tipo de heróica resistencia. Esta sana actitud no sólo tiene que ver con la política, también puede aplicarse en el plano doméstico de la vida de cualquier hijo de vecina. Cuentan por ejemplo que cuando Alejandro Magno fue a visitar a Diógenes, el Cínico y se presentó frente a él como el gran emperador y le dijo: Pídeme cualquier favor que desees que estoy dispuesto a complacerte; Diógenes le respondió: Por favor apártate que me impides ver el sol y disfrutar de él.
Más ejemplos de estos podemos encontrarlos como cuando Kennedy en el 61 con sus 1500 mercenarios quiso invadir Cuba y fracaso y en tantas otras partes como en las famosas historietas de Asterix y Obelix que hasta han sido parafraseada ya:
"Queridos amiguitos, en este mundo todo esta bajo control...Todo? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste ahora y siempre al invasor con una poción mágica que los hace invencibles: el cerebro."
Y bueno, si la cuestión está en no perder el cerebro lo más lógico sería evitar (en la medida de lo posible en nosotros mismos, y admirar a los que pueden hacerlo) lo que nos hace perder el cerebro, la lucidez, sea de forma temporal o definitiva, hablamos de las drogas blandas y duras, la obsesión sensual, las maquinitas y por su puesto el Dios tv. Parece que no hay otro imperios que conquistar que el imperio de nuestros propios sentidos, dándoles real placer. Un placer que sólo puede percibirse cuando las distrracciones que matan el cerebro y todos los alejandrito se aparten, para que seguramente se pueda manifestar el sol, y seamos disfrutados por él ;).
(Las imágenes son de Lima, desde mi ventana)
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