Nos pasó a ti y a mi y a tanta gente más que (a menos que hayamos seguido cultivando este arte en los juegos de rol) perdimos, en algún momento, esa la simple y oscurita capacidad de creernos Batman o la Mujer maravilla, según el género (o la tendencia...).
Para psicólogos y abogados bien puestos en su sitio, esto es una buena noticia: dejamos la tontería, esa ilusión de creernos el niño murciélago.
Y es cierto, y todo estaría de algún modo avanzando sino fuera porque justamente dejamos de creernos Batman para empezar a creernos futuros psicólogos o abogados. O cualquier otra cosa que tengan a bien de inventarse en las facultades. Acá en Lima, por ejemplo, están lanzando la carrera "Medicina Humana". Se pregunta uno qué estarán tratando de decirles a los médicos tradicionales, pero bueno.
Lo cierto es que médicos humanos o de los otros, abogados y demás, artistas plásticos y en fin, estamos lejos de poder curarnos del síndrome Batman, si tenemos en cuenta el hecho innegable de que a todos también se nos pasará esta fiebre. Así como ya no podemos creernos más Batman (y no sólo porque ya estemos barrigones), llegará el día en que ya no nos podremos creer más doctores. Puede ser en esta misma vida, como le ocurre a cualquier profesional que viaje con su título a otro país en donde se dará cuenta que ahí sus estudios valen muy poco, que volvió a ser un don nadie, y encima extranjero.
Puede ser en esta misma vida, digo, o cuando, abandonando este cuerpo, (que cual viejo disfraz de Batman también se perderá), pase a la siguiente escena. Donde jugará de nuevo a ser Batman y tantas otras cosas que la DC o la Universidad Nacional ofrezcan.
Sé que el anterior argumento puede sonar muy de ultratumba (aunque vale así sea solo por ponernos a tono con el ambiente vampirezco del post). Pero si alguien quiere algo del más acá: Podemos demostrar cómo seguimos igual de locos al creernos doctores que cuando nos creíamos Batman, (y ahora más peligrosos incluso); cuando analizamos el hecho de creer que por ir a la universidad vamos a ser mejores personas. La cantidad de tiempo y dinero invertido en ello son prueba de nuestra desmedida confianza en el proceso. Digo confianza en el proceso y no en la institución porque todo alumno atento sabe que, salvo algunas honrosas sesiones en el aula, siempre se aprende más en la cafetería. Un proceso que de hecho fracasa al ver que tanto estudio y tantos millones de matricula no pueden garantizar la más mínima preocupación en el profesional a no engañar, ya sea en presupuestos, en mandar a operar sin necesidad...o cualquier otra forma en que nuestros profesionales tan frecuentemente se ganan la vida.
Saben como enseñar al Doctor la anatomía y los buenos cortes pero no saben cómo enseñarles a que no mienta, para ganar un poco más. Recuerdo el primer día de la clase de ética periodística como la profesora (de forma muy ética) reconocía que no tenía como enseñarnos a no mentir, de hecho nuestra facultad (y sé que muchas otras también) estaba más cerca, a juzgar por el manejo en puestos y becas, a enseñar lo contrario. Ya el simple hecho de pretender educar y no preocuparse por lo más real, demuestra el fraude de toda facultad. Y no decimos que aprender las técnicas de construir un buen edificio, o un poco de historia, no sea importante, pero que sea a lo que más le debemos invertir tiempo y dinero definitivamente no. O sí, en el caso de que alguien pretenda seguir siendo un buen Batman... ahí esta la escuela de los vampiros.
Pero sino, agradece a todo lo que te llevó a dudar de todo lo que aprendiste y llévalo hasta las últimas consecuencias. Y así como en algún momento supiste que Batman en realidad era Bruno Díaz (o era al revez) ahora que estas más grandecito quizás hasta puedas llegar a saber que la identidad real Batman no es ni siquiera Bruno Diaz.
Creo que hasta el mismo hombre murciélago se sorprendería con la noticia.
¿Sabe el mismísimo Bruno Díaz que su identidad real tampoco es Batman (o era al revez)? ¿Que es algo incluso mucho más poderoso y capaz? ¿Einn?.
Batman cerca a la avenida Amazonas. Quito-Ecuador. Sept 2010)
Bruno Díaz conhece sua verdadeira identidade não é o Batman? é ainda mais poderoso e capaz.
Pensandolo bien, jugar a Batman fue agradable :)
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