Esto es una serie de posts de viaje elaborados con refinado gusto.
El refinado gusto de los que se entrenan en esas raras escuelas que
enseñan a distinguir con criterio sobrio.
O sea: los viajeros acá montados han asumido el reto amistoso
de recorrer las capitales y pueblos, evitando las prácticas más
usuales de allí por donde pasan, a saber: matar y comer, ganar sin
trabajar, enloquecerse con alguna sustancia tóxica, y mantener todo
tipo de disparatadas relaciones de hipocresía varia. Sólo estando lejos
de todo esto se puede saber qué es qué, dicen ellos...
¿Que cómo sobreviven en una ciudad sin morirse por el cine, sin añorar los bares y sin siquiera ver la tele? Bueno, parece que "ese" gusto debe darle algún otro gustico... superior.