sábado, 16 de marzo de 2013

Sadhu Ucchistam 2


No sólo hay que decirle "no te compro" a la oferta. No es tan fácil, porque el mundo de la crueldad económica tiene varias variantes impactantes. Una de ellas es que (una vez más) actuar de forma correcta trae (en lo inmediato, y este paréntesis es importante) resultados no muy agradables. Les tengo un ejemplo:

Es un hecho, que a mucha gente no tiene dinero,  no porque les haya faltado oportunidades de ganarlo. Muchos han rechazado oportunidades de mucho dinero porque saben que aceptarlas significaba el sufrimiento o el engaño para otro. Y esos mismo que con honor las han rechazado tienen después que soportar el orgullo y la arrogancia de quienes sin escrúpulos aceptaron tales ofertas.  Siglo veinte cambalache, no pudo haberlo dicho mejor. Esas cosas deben soportarse.

...Pensándolo bien, todo esto merece un tercer giro, y es que si bien la salida es no comprarles, si bien hay gente buena, también es valida la queja del que dice que no somos realmente buenos, sino que simplemente tenemos miedo, por eso no robamos, no mentimos, del miedo a que nos atrapen, y para soportar esto citan la famosa encuesta en la que al preguntarle a un amplio número de personas, si de ser totalmente imposible, al ser descubierto haciendo una infracción que les significaría dinero, lo harían... y la mayoría dijo sí.

De ahí que la honestidad deba ser profunda. Y tan profunda que lleguemos a la conclusión de que es imposible ser honestos. Me explico: Se honesto en forma total significa pagar por todo lo que consumimos y utilizamos, algo que si tenemos en cuenta lo más básico como el aire o el agua, nos dejaría en deuda permanente e impagable. Esta sería la forma correcto de enseñar honestidad, querido niño, querido presidente: es imposible ser honesto, así que por lo menos, sé agradecido. y demuestra tu agradecimiento con tus ofrendas con lo que puedas regalar. Y de todas las deudas que podemos contraer una muy importante es con quienes nos enseñan algo, a sumar, a restar y esas cosas y qué decir los que nos dan enseñanzas sobre el sentido de la vida en general. En oriente estos profesores se llaman Sadhus, y agradecerles las enseñanzas es, nuevamente algo imposible, ¿qué podemos darles si nada producimos?. Técnicamente esto se llama Sadhu Ucchistam es decir "remanentes de los sabios". Así lo expreso el gran rey Maharaj Pritu a los niños Kumaras en agradecimiento a su visita y enseñanzas. Acepten esta ofrenda que no es otra cosa que remanentes de ustedes mismo.

Lecciones de economía para le que quiera dormir tranquilo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario