lunes, 20 de septiembre de 2010

Por acá de nuevo.


Cómo explicarlo sin parecer loco.
Para empezar este tipo de
dilema lo debe tener más de uno.

Ese es un consuelo: pensar
qué a más de uno le pasó:
tener algo que no sabemos
cómo explicar porque va a
parecer muy loco.

De hecho nos aficionan bastante
las experiencias de los locos.
Siempre y cuando sean eso,
"experiencia de loco", nada que ver...
podemos disfrutarlas dejándolas en
el lado de la fantasía. Mientras no amenacen
con volverse palpables.

Así como el matrimonio
aterriza a los enamorados
y les da hijos palpables.
Cosa que asusta. Así mismo
le huimos al hecho de
que tengamos que hacer algo
palpable con el hecho sencillo
de "querer ser buenos".

Mejor pintar cuadros,
escribir novelas o ayudar
a alguna fundacioncilla por
ahí. Ah, o tener un perro.

Sin embargo el sentimiento,
como diría cualquier hincha
maligno o de los otros, el
sentimiento empuja, y vienen
los niños, y "como poder explicarlo...
no si vos sabes..."

Así mismo conocer a un santo
es dificil de explicar a
quienes nunca han visto nada
ni medio parecido. Y suena a mentira
a locura, sí, lo se... Pero qué hace uno, a veces en
el colegio a alguno le salía la
laminita del pitecantropos
del album y uno tampoco le creía...
Pero sí, yo la ví.
Pues es como si te salíera el Naranjal
Valenciano en el album de la life.

Sin miedo a las ideas locas... tratando de
hacer la cosa palpable.


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