Y el paranoico experto descubrió con toda seguridad que sí había una voz ahí. Pero que sólo el mismo fabricante podía meterse hasta tan allá. Y el fabricante sobretodo no era el mismo, era otro, así se curó.
la voz interior.
La única solución para la
paranoía es descubrir que
dentro de nosotros sí
existe alguien.