domingo, 21 de agosto de 2011

Malo si sí, malo si no.


Quizás los aterciopelados no lo sospechaban cuando lo cantaban. Era Andrea quejándose de un novio malo o algo así. Sin embargo, gracias a Dios pasa el tiempo (de hecho Él es el tiempo... pero ese es otro tema) y Andrea, y uno también, supera la adolescencia y ya no se queja tanto de los novio malos. Pero lo de verdad mejor es cuando se supera incluso "la adolescencia de la existencia misma" que consiste en creer que también hay novios buenos. Malo si sí,
malo si no, la mejor descripción de esta existencia...

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