lunes, 23 de mayo de 2011

Espejito, espejito.


En las afueras de Santiago existe un lugar en donde, según explican, puede verse algo que, siendo muy bonito, puede superar toda la atracción que podamos sentir por cosas bonitas. Y porqué quisiéramos supera la atracción por las cosas bonitas? se preguntará ud. Bueno, primero porque hay cosas que "parecen" bonitas pero son venenosas, como ciertas plantas por ejemplo... y además porque a veces se puede dejar de cumplir con quienes uno quiere sólo porque algo nos pareció bonito. Así que acá esta la salida. Aprovechemos entonces, de resto seguiremos sin defensa ante tantas publicidades y carteles que hay en la calle y en las pantallas. Y ante tantos espejos también.

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